miércoles, 8 de agosto de 2012

Un sueño bastante real

Y me vi ahí, parado frente al sol, con el mundo en mis manos, el universo en mi estomago giraba sin ceder, el dolor más fuerte que pueda haber, el llamado estaba y Salí, corriendo sin ningún fin, mi pensamiento volaba como el espíritu de una águila, mis pies, corrían como un jaguar, la vista postrada en el horizonte, solo quería llegar,
Los muertos me brindaban su mano, los animales me reconocían, la gente vibraba y los ojos del mundo brillaban, descalzo y sin playera mi cuerpo resentía cada paso, la naturaleza me impulsaba para seguir con el objetivo; no mío ni personal, un objetivo universal, el cambio, la transición, la evolución, las espinas no cortaban, el estomago no pedía de comer, no necesitaba tabaco, ni mucho menos beber, la bondad se asomaba en cada ser, el indulto a mis faltas no hacía falta poner.
Llegue a donde el fuego no quema, abrí la puerta, y me tope de frente, con un viejo amigo que jugaba con mi mente, las manos como armas, el ojo como perdón, me encerraron como a un viejo dragón,  y vi al ángel con su hermosa cabellera, mujer de dios, luz radiante, sueño de cualquiera, por lo que fue caí, y volví a donde pertenecía, a donde debía estar, calor y humedad, luz ausente en la obscuridad, mundos diferentes tan lejanos, tan diferentes,  y tan palpables para cada ser, llegaron los ojos  la locura precedió, gritos de euforia es lo que recuerdo, y el médico entro,  consiente estoy, pero no se a donde voy, desnudo en la jaula, moviéndome como aquel, sentía cola de rabia, y colmillos de placer, esfuerzo universal es lo que hace la gente actual, canción que sonaba tras la pared, gente feliz porque había llegado el fin, juegos de mente que no paran ahí, Salí con mi ángel y mi demonio, uno por cada lado, el camino se había lleno de neblina, yo no entendía, largo y sin palabra mencionar, llegamos a la casa que me esperaba con ansia, 4 días de tormentos, 4 noches de locura, amarrado, y sin comer, viviendo lo que se había vivido es lo que un viejo decía, entendimiento borroso, recuerdos vacilantes, desmayos, miedos y lujuria, hambres pestes, y el loco seguía, hablando, conversando, pero no entendería, sus ojos cristalinos, sus garras afiladas, el juego mental, el engaño universal,  compasión? Salí herido y dañado, ya nada seria igual pensé que ese era el final, en el camino la preocupación se olía, mía y de los míos, aunque por diferentes razones, volví a sentir, volví a vivir, volví a enfrentarme con el más temido miedo, y esta volvió a ganar, una batalla más, encerrado, entre los que no tienen regreso, entendiendo mundos tan diferentes, algunos secos y tan austeros, algunos tan difícil de poder valorar, lagrimas tristeza y desesperación, mucha desolación, y un guía uno de los que no se ven, sabia de donde vengo y a donde voy, pero no quiso hablar, solo entendí que aún no era el final