Ojos que ven cuando la noche calla, suaves besos mojados en
el mundo del placer, espíritus encontrados en un camino incierto, deseo que se
alimenta con los sueños de cada ser, deseo hundidos en la carne, en los besos
en la caricia de una brisa que recorre su cuerpo una y otra vez, sabanas
mojadas en el secreto de la noche, amor, amor, te amo, voz perdida en la mente,
sutil belleza en el fondo de su ser, ojos propios que voltean al cielo
implorando conocerle, acercarme tenerle,, pertenecerle,, mi dios dame una
eternidad, dame el tiempo y piérdeme en su carne, en su recuerdo, en su
belleza, piérdeme entre sus manos, entre sus piernas, entre esa piel suave, tersa,
blanca, en su cabellera negra que despiadada viaja arrogante rosando su cuello,
sus mejillas, jugueteando entre sus labios, cayendo en su pecho. Lasos por un
mismo deseo, presencia de ella en mi, juntos en la noche, juntos en el mar,
juntos en la pasión desenfrenada que los cuerpos piden y llaman el uno al otro,
insomnio de muchas lunas en su nombre y con su imagen, mujer dormida, mujer
distante, tan cerca que puedo sentir, tan lejos que nace el miedo de no estar,
la incomprensión de escucharla decir un te amo, y sin embargo no estar
presente, con sus letras y su frialdad de la distancia que interpone entre sus
labios y los míos, y el calor de su corazón que me llama y me dice ven a mi,
pero como llegar, como entrar en su vida, si nunca supe, no supe hablarle, no
supe escucharla, no supe acercarme sin que me temblaran las piernas y sin que
mi habla se distorsionara en el deseo de su presencia y el en como lograr
convencerla, no supe como hacer que viniera a mi, no supe escuchar los celos
que me provocaba, el dolor que la acompañaba al verme tan perdido en mi mente, y no
poder estar en mi naturaleza, no supe decirle que me acompañara que se
adentrara en mi, que no escuchara lo falso sino lo verdadero, las emociones que
el roce de su mano provoco, la electricidad que recorrió mi cuerpo aquella
noche en el carro donde hubo un momento de soledad entre ella y yo, donde estos
dos mundos se pararon por un momento y al roce de las pieles se desprendio la atracción
predispuesta de dos cuerpos que saben están el uno para el otro, esas tardes de
cch donde la voluntad buscaba encontrarla, donde desde lejos el corazón latio
al mirarla, donde su voz callada y la soledad de no encontrar oídos se
escuchaba, donde la mirada estaba prostada en la admiración de su entorno,
donde muchos la miraban pero nadie se atrevia a seducirla, donde su
majestuosidad se prostaba ante un mundo ciego, ido, perdido, donde nadie
escucha el corazón y donde el silencio la atrajo a mi, en una reflexión del
universo, y del mas alla, era la canción que sonaba en mi interior, donde el
cigarro se acabo y esta mujer se presento, postrada frente a mi, a una
distancia donde no permitia huir, donde no pude enfrentar semejante belleza y
le di la vuelta por mis temores y demonios, y asi Jenny de nombre se penetro en
mis pensamientos y poco a poco en mi corazón.
