miércoles, 27 de septiembre de 2017

19 Septiembre un dia a la perpetuidad

Se había dado el grito, un septiembre a la memoria, las botellas de licor por la plaza se coleccionaban en aquellos ojos que miran, que lo miran todo,  siempre un presente cambiante, evolucionando, la vida seguía, a la rutina del dolor ajeno nadie nada sabría, un día más que recorría nuestras vidas; en lo personal, un sentimiento de apatía, de desánimo mis ojos veían seres que vivían para la vanidad, sin compromiso por la humanidad, por la empatía, por lo espiritual, sería el único que buscaba la luz?, me rendí ante lo espiritual, una vida eterna buscando el placer carnal, es donde mis ojos se postraban, un resentimiento hacia la sociedad y la tierra reacciono, un grito en sus centros colapsando la ciudad, a sabiendo que algunos no lo habrían de contar, Morelos, Puebla, Chiapas, Oaxaca donde la tierra respira armonía y paz, gente de pueblo de provincia gente hermosa que brilla en el vals universal, las casas y edificios cayeron, miedo, llanto, grito pánico recorrían el lugar, hubo gente que no pudo escapar, niños que por un breve tiempo en este plano tenían que estar, están en un mejor lugar, me decía Alejandro a quien se le fueron sus bebes, 1 y 4 años,  mi padre solo nos lo pudo prestar, el de Morelos a quien pude conocer de persona a persona y a quien mire con fuerza en sus ojos, con dolor, cuando le faltaba el aliento para hablar, fuerte y comprensivo como buen hombre como buen hijo de Jah. Familia, amigos, adultos mujeres y niños empezaron a actuar, una ola de jóvenes que alborotaban mi cuerpo emocional, amor en movimiento, unión, un mismo fin, un mismo actuar, ayudar, brigadas nocturnas, donde descansaban al salir los rayos de un nuevo día de sol, centros de acopio, donde las brigadas se movilizaban para dar un apoyo, un arroz, un frijol, una pala, agua, todo lo que se pudiera juntar con el fin de ayudar. Las tortas no faltaban ni la comida ni el pan, tacos al pastor en el derrumbe de eje 5, gente reunida y movida aquí, allá. Los topos como los perros de rescate en héroes se convertían, como cada gente que se levantó y dio. Y  el mundo se enteró y empezó a llegar, de donde nace el sol, hasta donde se va a acostar, mis emociones se convertían en volcán de pasión, un amor, el amor al hermano, y sin saberlo a la madre pacha mama, a sus hijos, a Jehová, la tierra grito y el pueblo despertó, una ola de amor y volvió la conexión, se abrieron mis ojos cambio el enfoque y mi lucha reanude. Ángeles en el cielo nuevos guerrero de ese reino, y estas letras no pueden terminar, sin poderles que confesar que la tarde del domingo allá en Morelos las lágrimas casi caen, pero la verdad no me gusta que vean llorar. Unidos en amor, el mundo podemos cambiar, si mantenemos ese espíritu de unidad, no se necesitan gobiernos pues se ha visto su actúar, el pueblo se unió y el gobierno se espantó, tan es así que en televisa minimizo la ayuda, y por la tele nadas se veía, hicieron de esto su novela, para no darle eco al poder de la unidad, fue un 19 de septiembre del 2017 donde se quedara las imágenes en mi memoria, como las tres veces que mis dos puños se levantaron, vida, hay vida y se puso en movimiento. Vida que existe en las memorias, vida que existe en la voluntad, vida que se manifiesta en el actuar los humanos los animales y siendo atrevido podría decir que se unieron en amor, voluntad y acción. Y dentro de lo mucho, lo poco en mí, crearon un movimiento que quedara para la perpetuidad, mi nombre es Luis Domingo Herrera, guerrero de jah