domingo, 14 de octubre de 2018

Dame tu mano muerte

dime muerte, tu puedes comprenderme? si no hay nada y la nada es mentira y la mentira una verdad no reconocida, necesito morir para ser inmortal, acaso si tomo tu mano tan seca como la mía pueda encender el amor que en la nada es inexistente, y allí mismo el amor a la vida nace conociendote de frente, no hay miedo pues no estoy sin nada, que puedo perder que no lo halla perdido ya, la fantasía alegraba mi interior pero en la mentira de la verdad irreconocida yo era, y en la verdad que todos niegan deje de ser, ahora solo un loco, un loco solo, materia me queda, fuerzas ni motivos siento, el sentido, la dirección de la fuerza en la fe que se manifiesta, carajo mis lagrimas se secaron y tengo que desprenderme de ellas pues a la nada voy y en la eternidad el amor"! el amor a la vida misma, que no se sabe nada al respecto ya que la vida es el todo, y en el todo puedo caminar, solo como siempre he caminado, solo sin nadie pueda entender, locura que sale de los parámetros de la cotidianidad de lo que se puede hablar, pero la obscuridad que posees que guardas y atesoras como el dolor que nadie quiere ver, un reto mas a la eternidad, vencer al dolor mismo, sintiendo el dolor en lo profundo detras de las mascaras y armaduras de paja y tela, penetrabres para la voluntad, dime muerte si de esto conoces tu que en la vida el todo y la eternidad tienes. No hay mas que morir para nacer, darle una barnizada a la materia, regresar y privarme de la cotidianidad, del barril de cerveza y la sonrisa siniestra de la ira que en su dolor se manifiesta, dame de ti, tu que lo eres todo, y dios muerto como nombre e inconsciencia de quien nadie conoce, la verdad de lo que podamos hablar, yo que lo se todo, el todo que conozco y asi aprueba mi palabra tu que lo sabes todo, y en el todo no somos nada, pues un universo se limita a lo que alcanzas a mirar, no hay nada sino voluntad, el buffet esta abierto para lo que quieras comer, si sabes contar no cuentes con migo, y en una verdad si alcanzas a afirmar, pues la practicas en la vida que poses y tienes, dar lo que uno quiere dar, basta ya de amores a los no saben amar, mas que a si mismos y no saben del sacrificio del deseo amarrar, señor el cristo, tu juzgame de tu a tu en la mentira y la verdad, en la eternidad, si existes en lo que las palabras dicen, o en el choque de encuentros irreales, o tal vez cuando me miro a los ojos, no hay mas.

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