COMPLETO
La conciencia que el caminar deja, y deja en la marcha de un Ayer no distante sino presente, en la base del día, como conciencia misma que nace del albedrio y el enfoque, momento de una vida donde la multifacética gama de oportunidades se definen en lo que puedes crear. Transformar de un mundo donde rige el pensamiento y se difumina una verdad incierto en un mundo subreal, donde es real pero no tangible la existencia de esa aforma realidad en la que vives; para llegar a lo divino y que es palpable y a ojos de todos, una verdad compartida hecha realidad, a partir de un despertar de lo que puede ser la concienca, que surge de la nada y el enfoque permite volverlo oportunidad. Conciencia que lleva el peso de todo lo que paso y se alojo fucionandose y volviendose parte del ser para la vida y si La vida se constituye de momentos como Pequeños peces que nada en el mar de una posibilidad volverse hecho. Un sueño en una realidad. Todo partido de la conciencia; que en si misma afloro, tal vez siendo atrevido de la necesidad para un enfoque poco peculiar pero que es en si.
Vaya contrariedad de mundos inentendibles.
Aquel loco que entiende su locura, encuentra su verdad, en una mente difusa partiendo en muchas realidades de terceros, realidades en la que entras por voluntad volviéndote parte de un circulo donde la necesidad de alguien más, por naturaleza te lleva a integrarte en lo que pueden ser espejos de donde estas parado. Escuchar locuras ajenas en un mundo impropio donde surgen las cabezas de quienes dicen ser. Entender la locura ajena se vuelve un reto de humildad que despojada de esta es una nulidad quererte salir de ti mismo. Lo que es, para lo que puede ser, es la distancia que permite el albedrio hasta verse amenazado por el dolor. Una lección, un aprendizaje que deja conciencia y lo que se vuelve parte del ser, se multiplica y engrandece en favor suyo. Siendo el silencio complice de esta transformación de lo que una decisión ante una oportunidad se puede convertir.
Sentencia expido sea condedano culpable, aquel cómplice del miedo, que avasallado y en el suelo te deja, inmovilizado a lo que se es, a lo que puede ser, y a lo que siempre fue, tres seres que abrazan el soy, con lo subreal, y lo tangible, con la verdad acordada entre miradas. Siempre una mirada refleja lo que en el corazón se calla, una sonrisa el reflejo de dios, y una amistad en quien se postra con una siemple decisión
Aquel loco que entiende su locura, encuentra su verdad, en una mente difusa partiendo en muchas realidades de terceros, realidades en la que entras por voluntad volviéndote parte de un circulo donde la necesidad de alguien más, por naturaleza te lleva a integrarte en lo que pueden ser espejos de donde estas parado. Escuchar locuras ajenas en un mundo impropio donde surgen las cabezas de quienes dicen ser. Entender la locura ajena se vuelve un reto de humildad que despojada de esta es una nulidad quererte salir de ti mismo. Lo que es, para lo que puede ser, es la distancia que permite el albedrio hasta verse amenazado por el dolor. Una lección, un aprendizaje que deja conciencia y lo que se vuelve parte del ser, se multiplica y engrandece en favor suyo. Siendo el silencio complice de esta transformación de lo que una decisión ante una oportunidad se puede convertir.
Sentencia expido sea condedano culpable, aquel cómplice del miedo, que avasallado y en el suelo te deja, inmovilizado a lo que se es, a lo que puede ser, y a lo que siempre fue, tres seres que abrazan el soy, con lo subreal, y lo tangible, con la verdad acordada entre miradas. Siempre una mirada refleja lo que en el corazón se calla, una sonrisa el reflejo de dios, y una amistad en quien se postra con una siemple decisión