Para ser y ser para quien, cuando se es; se dice, cuando se
dice; se crea y en la sociedad en que se debe ser para poder estar, no hay
necesidad de parámetros pues basta con la voluntad en conjunto de una aceptación
grupal. La raza se despliega donde pongo mis botas y el polvo es cimiento de
una raza que por sí misma libra sus guerras. De cómo poder estar, y que es lo
que se puede tener, de un anhelo vendido de lo que se necesita en el hogar, en
el vestir, en poseer, para ser y dejar de ser lo que pudieses haber sido para
alguien, para ti o para lo que es nada. Soy para mí y con migo la virtud empaña
la maldad, la necesidad no es materia sino ansiedad, la necesidad de llegar a
encontrar una verdad universal, una que calle esta necesidad de salir a
encontrar esa esencia que cure esta ansiedad. Soy, es un hecho, la verdad de
quien sea es tanto sugestiva como universal, porque de lo que soy para ti soy
en mi, y en el conjunto de lo que puedo ser para ti estoy siendo, sonrisa que satisface
al ego. Soy y en mi voluntad como en mi necesidad los pasos, a para llegar con quien
soy, tanto en la luz de lo que se puede ver, tanto como el obscuridad del
secreto en lo que yo se, que no es de no reconocer pues trasmuta la verdad de
la esencia de lo complementa como individuo.
No hay nada a fin de cuentas, quien podrá recordar, quien podrá
decir de lo que fue, quien en mis memorias me leerá, si tan solo es lo que
tengo, solamente letras, inspiración del espíritu que el en si mismo es. Y la
verdad justa de quien dicta verdad, tu amigo lector soy para ti como lo que
pueda inspirar en ti mismo, un espejo de lo que es realmente. Una mirada, una
sonrisa, un sentimiento. Ahí yace la verdad de todo lo que pueda encontrar, el
sentimiento es real, y tangible tanto como se pueda escuchar, mi mirada en el
espejo, mis letras que no son más lo que pueden ofrecer, una mirada, una meditación,
una katarsis, un ser mismo que se encuentra en el inicio y desfallece en el
final; quedando en la esperanza de poder despertar un sentimiento y encontrar
en un instante una verdad.
Existente mientras viva en unas pupilas, muerto y acabado en
el olvida, yo que fui, yo que soy, yo que espero y doy en servicio a la
conciencia un pasado, una historia, yo soy el loco, soy el mendigo, soy el que
no es nadie, y soy vergüenza. No hay mentira porque el ver la verdad de frente
es el inicio, una guerra que nace de la necesidad de ser. Yo para ti, yo me
vendo, y espero me compres, yo me ofrezco, cual puta soy merecido título y me
vendo. Yo en la nada, yo partido en migajas de un ayer, hundido en mil mundos
que desorbitan sin sentido. Basta un mirar, basta mirar de frente la necesidad.
En donde estas, en una verdad, en un secreto, en la vendimia de siempre ser
para el mercado, para la sociedad. No nos vemos, no existimos. La necesidad nos
opacó y callo nuestro espíritu. Pero exhala un brote de luz, en la sonrisa, en
un bailar. En lo que no pide nada y se da, en mañana. Silencio no hay nada.
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